Cerraron uno de los casos de Lázaro Báez

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El caso contra el empresario se inició tras una denuncia mediática de Elisa Carrió a través del programa de Jorge Lanata “Periodismo Para Todos” y fue llevado a la justicia en manos del fiscal Marijuán.

Se investigaba la existencia de una bóveda con dinero, armas y documentación comprometedora en la casa de Baéz.

Sebastian Casanello – el juez quién quedó a cargo del caso –  decidió el cierre ya que los peritos no encontraron pruebas de que haya existido la misma ni de que haya sido desmantelada, sumado al dictamen del fiscal Marijuan en donde señalaba que “la tenencia de una bóveda no constituye delito”  y  que había falta de un “objeto procesal preciso”. Ante esta situación, el juez procedió a cerrar el caso.

En un primer momento comenzó a circular la teoría de que Báez había desmantelado la bóveda y había logrado transportar documentos, dinero y armas en camionetas y que llevó lo trasladado a una estancia propiedad del empresario, donde se habrían quemado los papeles. La Justicia ordenó el allanamiento de ambos lugares.

Entre las pruebas más contundentes, se encontraban una serie de fotografía. Pero se descubrió que las fotos presentadas  como pruebas no habían sido sacadas por el albañil – como afirmaban en el programa – y además el mismo negó haber participado en el desmantelamiento de una bóveda.

Si bien el fiscal Marijuán duda de la declaración del albañil,  sostiene que “no puedo contundentemente afirmar, porque las demás pruebas no han resultado demostrativas, que haya existido una bóveda o caja fuerte que le hubieran permitido guardar dinero, valores, documentación en su vivienda”.

Por otro lado, el ingeniero de la Gendarmería comandante Eduardo Berchi indicó que: “No percibí elementos que indiquen que el local fuera recientemente refaccionado. No puedo precisar la antigüedad de la pintura, pero no se perciben cambios ni en el piso ni en las paredes”. También se sumó al peritaje el segundo comandante de la Gendarmería, el ingeniero Víctor Hugo Fernández, declaró en un sentido parecido: “No se percibió olor ni rastros de modificaciones recientes en paredes, piso o muebles”.

Vale aclarar que al día de hoy Lazaro Báez sigue siendo investigado por lavado de dinero, una causa que sigue adelante y partió también de los dichos de Leonardo Fariña y Federico Elaskar.

Jessica Martinez