La marca de detergente chino Qiaobi, desata una ola de críticas en las redes sociales. En contados días, desde que lanzó su último spot, la empresa despierta la indignación por un comercial que muchos califican como «extremadamente racista».
En el video que no dura más de 43 segundos, se ve a un afrodescendiente que empieza a coquetearle a una mujer que está lavando ropa. Ella responde el cortejo y ambos se acercan como si se fueran a besar. Hasta ahí todo parece normal, pero en un abrir y cerrar de ojos, ella pone una pasta de jabón en su boca y lo empuja de cabeza a la lavadora.
Mientras el ciclo termina, ella se sienta sobre la máquina para evitar que escape. Después de unos minutos la mujer abre la lavadora y no puede ocultar su «alegría» cuando sale un hombre completamente distinto. Ya no hay manchas de pintura ni en su ropa ni en su rostro, e incluso su tono de piel cambio completamente, ahora es blanca.
Según el portal Shanghaiist, el comercial es un fiel reflejo de los ideales que tienen los hombres y mujeres en el país asiático con ese tono de piel. «Gracias a los estándares de belleza se ha creado un culto a la piel blanca. Se ha cultivado una fobia por la piel oscura que desgraciadamente, engendra actitudes racista hacia los afrodescendientes, que son vistos como «sucios» simplemente por su tono de piel», dice.
El comercial que comenzó a trasmitirse en la televisión y en las salas de cine este mes, prendió la discusión sobre los enormes esfuerzos que se hacen en ese país por conservar o conseguir un tono «claro».
Incluso, de acuerdo con un artículo publicado por El Confidencial, en el mercado abundan blanqueadores de piel. «Buay prefiere no saber nada del último blanqueante que se anuncia como “maravilloso” en Tailandia. Una pastilla de jabón de cloro, conocida por su nombre en inglés, Chlorine Soap. Un cosmético fabricado básicamente con hipoclorito cálcico, lo mismo que se usa para desinfectar piscinas», relata el diario español.
Tratamientos con jabones, pastillas e inyecciones son algunos de los procedimientos que se llevan a cabo para conseguir el «ideal de belleza». Esta vez, por cuenta del comercial el paradigma despierta la crítica internacionalpara para quienes no sólo resulta insultante, si no intencionalmente racista.
Muchos medios españoles, ingleses y latinoamericanos han hecho eco del contenido del comercial chino. Uno de los primeros en denunciarlo fue el corresponsal de El País en Shanghai, Zigor Aldama, quien difundió la noticia en las redes y directamente la calificó como “uno de los anuncios más racistas que se han hecho”.
