Esta renovación y adición a una existente casa victoriana en la bahía de Melbourne responde a las necesidades cambiantes de una familia en crecimiento, mediante la creación de espacios flexibles y relajados para ellos, y con la intención de que se habiten por muchos años. Este proyecto incluye la renovación de un edificio histórico existente y la adición de dos pisos para crear una casa familiar.
Estéticamente, el nuevo edificio es para recordarles sutilmente de las vacaciones de la familia en la playa. La nueva adición se agrega a la casa existente para reducir la visibilidad de la calle y minimizar su impacto hacia el jardín trasero y las propiedades vecinas. Los cuartos existentes fueron transformados en el área del dormitorio principal con un baño nuevo, discretamente insertado entre el edificio existente y muro de la colindancia. Un área de estudio abierto y una escalera peculiar se establecen dentro de un vacío escultórico de doble altura, el cual se convierte en un punto de transición entre lo viejo y lo nuevo. La nueva adición cuenta con un gran espacio de estar con una configuración de planta abierta en la planta baja y con una zona infantil en el primer nivel.
Un amplio espacio de estar está diseñado para permitir la flexibilidad en la disposición de los muebles y cuenta con una puerta deslizante de vidrio que se abre hacia la terraza y el jardín. Materiales naturales y distintas texturas se utilizan en todo el proyecto. Estos incluyen: revestimientos y mamparas de madera de Ironbark australiana duraderas y pisos de concreto pulido. Piedra y madera se utilizan internamente para crear espacios confortables, resistentes y de bajo mantenimiento. Maderas naturales de tonos de colores apagados y blancos suaves y concreto pulido oscuro se utilizan para crear una sofisticada pero relajada casa urbana familiar.
