Pueblada y enfrentamiento con la policía en Flores

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Tras la muerte de Brian Aguinaco, el chico de 14 años baleado por dos motochorros el sábado a la tarde, los vecinos del barrio porteño de Flores se concentraron en la comisaría 38. Hubo momentos de tensión y todo acabó con la policía dispersando con gases a un grupo que intentó agredir al comisario. La gran mayoría de los vecinos estuvieron en paz.

La muerte de Brian desató la bronca de los habitantes de Flores y otros barrios aledaños, que se manifestaron frente a la comisaría 38 para hacer un reclamo tanto a las autoridades policiales como al ministro de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Martín Ocampo y la ministra de seguridad de la nación Patricia Bullrich.

Sin embargo, y a pesar de ser una protesta pacífica, algunos grupos se enfrentaron en varias oportunidades con las fuerzas policiales y la paz se rompió en más de una ocasión.

Las negociaciones:

A pesar de pedir la presencia de alguna autoridad nacional o municipal, nadie se acercó a escuchar los reclamos de los vecinos. El comisario Monzón sí estaba presente en el lugar e intentó hablar con los manifestantes, pero se retiró al interior cuando un grupo irrumpió a la fuerza y pasó el precario cordón policial al no escuchar respuestas contundentes.

Así, los efectivos que estaban allí se resguardaron en la zona posterior del edificio, mientras un cordón conformado por mujeres de infantería resguardaba la zona.

Tras lograr un momento de calma, el ministro Martín Ocampo logró hacer llegar la información de una reunión junto a familiares y algunos manifestantes para dar a conocer un plan de seguridad. Así, hubo una reunión con el comisario y todo parecía normalizarse.

Final violento:

Mientras algunos vecinos y familiares comenzaban a retirarse a la espera de la reunión del martes a la mañana, otro grupo volvió a entrar a la comisaría para realizar una “sentada”.

Pero todo volvió a violentarse cuando el comisario Monzón volvió al hall y fue enfrentado por aquellos que permanecían ocupando el destacamento. Tras otro intento de agresión, la fuerza de choque salió rumbo al patio interno y procedió a despejar la zona con gases lacrimógenos.

Una vez tomado el frente de la comisaría, otros efectivos de civil salieron a la caza de manifestantes dispersos en la calle que todavía intentaban causar destrozos. Finalmente, la llegada de la infantería terminó por controlar la zona a favor de la policía.

Triste final para una manifestación que al principio parecía mantener cierta calma, pero que se desmadró tras la negativa de las autoridades municipales de hacerse presente y la ira de algunos presentes al no encontrar respuestas.

Aún así hay que destacar la sospecha que generó la presencia de supuestos barras bravas de algunos clubes (Deportivo Español, San Lorenzo y River). Hay versiones encontradas. Algunos sostienen que fueron allí para causar revuelto. Otros afirman que son también vecinos, por lo que tienen el derecho de protestar por lo ocurrido.

Una de las personas apuntadas agredió al periodista de TN Ignacio González Prieto mientras realizaba la cobertura para su canal.

Así se defendió el periodista:

 

El peor final: murió Brian