En el Parque de los Príncipes, el equipo culé puso casi un pie en las semifinales de la Champions League con el triunfo por 3 a 1, con un doblete de Luís Suárez, en ambos con un caño exquisito a David Luís, y otro de Neymar (descontó Van der Wiel para el local). El equipo blaugrana le cortó una racha de 33 partidos invictos por competiciones europeas a los de Laurent Blanc y se perfiló de manera óptima para definir todo el próximo martes en el Camp Nou.
Ocho años duró el invicto del Paris Saint Germain jugando en casa. Claro, es que está versión letal de Barcelona, que también tuvo a Javier Mascherano entre los titulares, en ofensiva con el tridente Messi, Neymar Suárez, está para romper cualquier tipo de estadística. Y así fue, con un contundente 3 a 1 en el Parque de los Príncipes, para casi liquidar la historia en suelo francés y que el encuentro del próximo martes en el Camp Nou sea un camino de laureles a las semifinales de la Champions League.
De arranque Barcelona puso límites y condiciones a como debía desarrollarse el encuentro: se hizo dueño de la pelota de área a área, abrió el juego por las bandas y lastimó cuando debía hacerlo. Primero avisó Lionel Messi con un zurdazo que dio en el palo izquierdo cuando el arquero Sirigu solo era un mero espectador. Al rato tendría revancha el rosarino con un pase exquisito entre líneas a Neymar para que el brasileño definiera sin problemas para estampar la ventaja merecida.
El conjunto parisino no acusó el golpe y encima tuvo la baja de Thiago Silva, reemplazado por David Luis en la línea de fondo Continuó en una fase de meseta creativa y se resignó a cubrir los espacios, propiciando que terminara una primera etapa carente de ideas. Los de Laurent Blanc estuvieron muy por debajo del nivel habitual y la ausencia del sueco Zlatan Ibrahimovic.
En el complemento, los parisinos salieron a jugar unos metros más arriba y consiguieron preocupar al arquero culé Ter Stegen con un remate del argentino Javier Pastore de media distancia y un bombazo del uruguayo Edison Cavani. Ezequiel Lavezzi, tuvo poca participación en el juego y corrió más de lo que jugó, a la par de lo que fue el rendimiento del PSG en la noche de París.
Pasado el pequeño sofocón, Barcelona liquidó la historia en un par de minutos con dos tremendas arremetidas de Luís Suárez. Primero, el delantero charrua encaró de la derecha hacia el centro, le metió un caño tremendo a la salida de David Luís y frente a los tres palos de manera inofensiva pero suficiente como estirar la ventaja. Un rato más tarde, otra vez el uruguayo encaró al defensor brasileño, lo volvió a dejar atrás con un túnel y puso el tercero para los culés.
Sobre el final, el PSG logró descontar con un remate de Gregory Van der Wiel que se desvió en Mathieu para descolocar al arquero y sellar el 3 a 1 final a favor del Barcelona, que se sacó de encima un partido importante y la semana próxima intentará liquidar la seria en el Camp Nou.
